Mayo, mes de cambios

¿Qué tendrá el mes de mayo que siempre hay tantos cambios en mi vida? ¿Debo provocarlos yo con la llegada de la primavera (que la sangre altera) o es que la energía fluye en este mes y todo se precipita por sí solo?

El mayo de hace 3 años me fui a vivir a mi piso, me independicé. Hace dos años en el mes de mayo cambié de trabajo. Hace un año a finales de abril se rompió una relación muy importante para mi, y una semana después (el 2 de mayo) se murió mi gata. Estos sólo son algunos de los cambios que recuerdo de los últimos años pero seguro que habrá más.

Normalmente estas cosas que suceden hacen del mes de mayo un periodo reflexivo, de autoconocimiento, de ilusión y desilusión, de miedos y alegrías. Es un mes para recordar y para aprender.

Este año vuelve a repetirse la historia. Comencé el mes con un cambio de rumbo, con una despedida que acabó siendo muy bonita y que no me deja tristeza en el corazón. Lo he hecho coincidir con un aprendizaje muy personal, aprender a vivir sola. Y todo ello sazonado con un cambio de hábitos alimenticios que contribuirá a tener una mens sana in corpore sano.

Y este mes no hará que me vuelva perfecta, pero tampoco seré más un desastre porque haré lo que pueda que no es poco. Mayo me renueva y me hace crecer. Comienza a ser mi mes preferido del año.