Rompiendo el hielo...

Dicen en Alaska que cuando llega la primavera y el hielo empieza a romperse, pasan cosas inexplicables y nos sentimos de forma diferente.

Estoy felíz en mi refugio que es el señor de la casa pero todo lo demás parece terreno hostil. Todo parece pender de un hilo, y justo en momentos así han vuelto las motivaciones, las ganas de, las inquietudes. Y me encuentro que después de una inapetencia profesional vuelve a picarme el gusanillo, vuelve mi vocación y me apetece hacer cosas, montar historias, aprender y aportar mi granito de arena.

Estoy con un tempus vital cuanto menos raro. Me apetece estar tranquila, rodeada de nada. Tengo ganas de irme a vivir al campo, a la montaña, y montar nuestro huerto, quedarnos aislados, aire puro, sin vecinos, ganar unos años y perder unos kilos.

¿Qué perdurará y será de verdad ,y qué será un espejismo consecuencia del hielo? Habrá que esperar a que se rompa del todo y sólo entonces lo sabremos.