Mambo

Tengo un compañero de piso nuevo: es un gato gris y blanco. Lo encontré hace unos días, estaba perdido y lo llevé conmigo a casa. En seguida ví que este gato sin nombre tenía una casa en algún lugar, pero siendo imposible encontrar a su dueño ha pasado a ser mio.

He elegido un nuevo nombre para él y ahora se llama Mambo. Estoy conociéndolo estos días y a medida que está más tranquilo puedo observar cómo es. Me doy cuenta de que es un gato un poco extraño. Mambo a veces cree que es un perro y me sigue por la casa de un lado para otro. Mambo viene a mi habitación y se tumba en el suelo al lado de la cama. Cuando lo llamo viene y a veces juraría que me está pidiendo que le saque a pasear.

Mambo se sienta delante de los balcones y mira la calle atentamente. Él quiere salir a pasear y tengo que estar muy atenta para que en un descuido no se quede una ventana abierta porque de un salto se pone sobre el alfeizar. Mambo no debe querer gatas, porque está esterilizado. Creo que quiere salir a jugar, a investigar... Yo tengo toda la casa cerrada, para que se acostumbre a su nuevo hogar y para que se acostumbre a mi también.

Mambo es un gato cariñoso, que no muerde ni araña. Él viene a mullirte antes de recostarse en ti, a ronronearte y a dejarse mimar. Él es un gato al fin y al cabo, pero sé que muy pronto tendré que sacarlo a pasear como si fuese un perro porque sólo entonces será completamente felíz.


*Por lo visto no es tan extraño sacar a un gato a pasear. Aquí os dejo un link: http://www.enplenitud.com/nota.asp?articuloID=5012