Buho
Últimamente me pregunto qué hago yo a ciertas horas despierta, cuando la gente normaaaal esta durmiendo. Y es que no paro de pensar. Cuando me estiro no me relajo y aperecen en mi cabeza personas, números, historias, informes, canciones y otros datos que conforman mi pasado-presente-futuro.
Me doy la vuelta en la cama y ahí llegan los beneficios, los años de carencia, las ayudas, los prestamos, la fiscalidad, las sociedades limitadas, los números rojos, los desafios, la sociedad que está en crisis, ZP y Rajoy en el debate, sus politicas sociales (los que las tienen), el calentador que se jodió, que llega el seguro, la lavadora por tender, los avales...
Y me vuelvo hacia arriba, intento relajarme y me vienen a visitar aquellos que ocupan o que se han llevado para siempre un trocito de mi corazón. Los amigos de aqui y de allá y los que-no-se-sabe-nada-de-ellos, mi sobrino que está a puntito de salir y sus papás, mi abuelo y mi familia en general, quien-no-sabe-si-irse-o-quedarse-y-siempre-vuelve-a-mi, quien de vez en cuando comparte mis insomnios y se deja contagiar, la Rita y la Pepa, y al negro que tengo más negro.
Es que no puedo dormir porque son muchas las personas que vienen a visitarme y muy larga la lista de tareas pendientes. Me ponga como me ponga me sorprenden las dudas, los miedos, los recuerdos, las decepciones, las alegrias y las traiciones. Las ilusiones y las esperanzas, la melancolía y, claro, también la tenacidad.
Por un momento me planteo: quizá si pudiese sacar algo de mi mente... entonces podría dormir. Empezaré por librarme de los miedos y después ya veremos cómo gestiono el resto.
Dulces sueños...
Me doy la vuelta en la cama y ahí llegan los beneficios, los años de carencia, las ayudas, los prestamos, la fiscalidad, las sociedades limitadas, los números rojos, los desafios, la sociedad que está en crisis, ZP y Rajoy en el debate, sus politicas sociales (los que las tienen), el calentador que se jodió, que llega el seguro, la lavadora por tender, los avales...
Y me vuelvo hacia arriba, intento relajarme y me vienen a visitar aquellos que ocupan o que se han llevado para siempre un trocito de mi corazón. Los amigos de aqui y de allá y los que-no-se-sabe-nada-de-ellos, mi sobrino que está a puntito de salir y sus papás, mi abuelo y mi familia en general, quien-no-sabe-si-irse-o-quedarse-y-siempre-vuelve-a-mi, quien de vez en cuando comparte mis insomnios y se deja contagiar, la Rita y la Pepa, y al negro que tengo más negro.
Es que no puedo dormir porque son muchas las personas que vienen a visitarme y muy larga la lista de tareas pendientes. Me ponga como me ponga me sorprenden las dudas, los miedos, los recuerdos, las decepciones, las alegrias y las traiciones. Las ilusiones y las esperanzas, la melancolía y, claro, también la tenacidad.
Por un momento me planteo: quizá si pudiese sacar algo de mi mente... entonces podría dormir. Empezaré por librarme de los miedos y después ya veremos cómo gestiono el resto.
Dulces sueños...
1 Comments:
En esos caso lo mejor es cogerse un libro. Las experiencias o invenciones de otros te servirán para empujar las tuyas propias a un lado
By Unknown, at 5:49 p. m.
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