El árbol de Diana

miércoles, mayo 31, 2006

Vacances

Todo el mundo comienza a hablar ya de que va a hacer en sus vacaciones… que si tengo tal semana, yo aquella… pues hará un calor este verano… pues yo voy a irme todos los días a la playa, me voy a poner morena…el comedor por la noche va a ser una sauna, ya te lo aviso (dirigido a mi nuevo compañero de piso)…etecé, etecé.

Bueno, pues yo no he hablado mucho de mis vacaciones, al menos en el blog… La verdad que van a ser un poco diferentes a las anteriores. Tengo los días bastante repartidos, así que en agosto podré coger sólo 20 días.

De esos 20 días, habrá unas 2 semanas que voy a dedicar al Camino de Santiago. Aún no tengo muy claro si me voy a ir sola o acompañada, lo que está claro es que yo voy a ir seguro.

Comenzaré en Roncesvalles y hasta donde dé tiempo. Me han dicho que haré más o menos la mitad. Entonces claro, tendré que volver cuando pueda a acabarlo y eso si que no sé cuando lo haré, porque se me van acumulando los planes (demasiados para tan poco tiempo y tan poco dinero)

Estoy muy ilusionada con lo del Camino. Volveré cansadita de las vacaciones, pero me apetece porque es una experiencia totalmente distinta y tengo ganas de vivirla y ver cómo me apaño. Ya os contaré.

martes, mayo 30, 2006

El lunes de ayer

Qué día tan extraño. Volvía de Sitges, directamente a trabajar con algo de resaca y varias mochilas a mis espaldas. Tenía pensado comer en casa, pero a mitad de camino me llamaron y cambié de idea y cargada con todo aparecí en una mesita soleada de la plaza Universitat, y de nuevo a trabajar.

Salía a las 21:30 cansada y con este punto que tengo en la espalda que no me deja de doler, en el hombro derecho. Y me fui a eso que llamamos “Estilo mujeres” donde hicimos una olita tras otra hasta que nos dolía la espalda, los abdominales y no podíamos más. Acabamos la clase a las 11:30 y yo había quedado para cenar con Rosa. Las dos estábamos solitas y decidimos juntarnos. Y después de cenar nos pusimos a andar y a andar y de repente a la Rosa se le ocurre que nos vayamos al Lunatic a tomar algo. El Lunatic, ese bar con música en directo del que ya alguna vez he hablado y al que os llevaré.

Nos echamos a correr para coger un N2 que se nos escapaba y que habría tardado en llegar media hora, y con el Nit Bus nos plantamos en Collblanc. En el Lunatic no escuchamos ni aplaudimos ninguna canción. Estábamos metidas de lleno en una conversación que no acababa nunca. Nos echaban ya del bar, eran las 3:45 y nos invitaron a un chupito. Allí en la barra aún nos tiramos 20 minutos más. Queríamos otro chupito y ya no coló.

Caminamos hasta Plaza España, yo con todas mis cosas a cuestas. Y hablar, hablar, hablar… Vaya dos nos fuimos a juntar. En Plaza España aún nos sentamos y continuamos. Me iba para casa a las 6 a.m. y ya estaba amaneciendo.

Hoy he cogido mi mañana libre, como entenderéis… Al levantarme pensaba que no la he aprovechado, que tendría que haber ido a hacer la compra, de comida y de ropa… Todas esas cosas que tengo atrasadas… Pero sí que la he aprovechado. Ayer fue una gran noche, de esas en las que no nunca te irías a casa. Qué pérdida de tiempo es dormir.

lunes, mayo 29, 2006

De vuelta

Durante los últimos días casi olvido que soy feliz estando sola. Quizá sea porque a mi alrededor todo el mundo tiene un sujeto / objeto de deseo y yo no. Así que en ocasiones los invento, durante unas horas, un día idealizo a alguien, pienso en alguien que sí, que me gusta, pero que luego descarto porque no acaba de ser real.

A veces pienso que cuando llegue una persona nunca será tan buena como lo fue en mi imaginación durante aquellos instantes. Y a veces sí, pienso que debe existir por alguna parte, pero que si no llega no pienso conformarme con ninguna otra cosa.

No me suelten sermones tipo Jorge Bucay y compañía, ya sé eso de que si buscas algo concreto cuando llegue no lo verás y tal y cual,… Porque no, no busco a nadie en concreto, pero sé qué tipo de relación no quiero y sé que no voy a estar con alguien de quien no esté enamorada todos y cada uno de los días de mi vida.

Además empiezo a dudar que esto sea idealismo, cada vez más creo que es pura y cruel realidad porque, si bien me pongo a soñar, siempre acabo despertando y pienso que nunca estaré con nadie para siempre porque el enamoramiento se acaba, y cuando lo haga siempre me marcharé.

Durante los últimos días he estado necesitando encontrar esa persona, echando de menos sentir algo especial, y hoy me he preguntado “¿Por qué? Ya está… Estás bien”

Como nos contradecimos… Tan seguros que nos pensamos y al final siempre tenemos ese punto de dependientes y ansiosos que siempre rehuyo. Puto corazoncito.

Lo siento por esta vuelta a escribir tan personal. Tocaba, supongo.

martes, mayo 09, 2006

Familias de almas

La semana pasada en una comida medio filosófica medio de negocios (por llamarla de alguna forma) Yolanda, psicóloga y bastante espiritual, nos hablaba de diferentes teorías. Yo la escuchaba atenta porque siempre te explica un montón de cosas nuevas y te da opción a pensarlas y reconsiderarlas.

Este día había salido a relucir la teoría de la reencarnación y la de la media naranja, aunque a mi no me acababan de convencer ninguna de las dos.

La primera porque aunque ella dice que hay pruebas contundentes, que es un hecho, pues no me he informado mucho sobre el tema y buscando en el google sólo me salen tonterías así que... La dejo a un lado.

La teoría de la media naranja. Ella la explicaba como que hay una persona por ahí con la que vida tras vida vamos encontrándonos de diferentes formas padre-hija, amigos, pareja, etc. y hasta puede ser que no nos encontramos en alguna de estas vidas. La cuestión es que con esta persona vamos a hacer un crecimiento en común, superespecial, etc. Ah, pero otra cosa, que puede ser que estas almas gemelas no se reconozcan...

Bueno, a mi por lo pronto no me cuadraban muchas cosas. Es verdad que parece muy bonito pensar que hay alguien que es para ti más que cualquiera en el mundo y que hay una conexión interna, bla bla bla. Pero esta teoría malutilizada puede crear obsesión, idealización, dependencia, etc. Por eso ahora mucha gente la nombra "teoría de las dos naranjas", porque no necesitas a otra persona para ser completo. Y además, lo que dice Andrea... "¿Una sóla persona es nuestra media naranja en todo el mundo? ¿Con la de gente que hay?"

Estos y otros asuntos volví a comentar con Yolanda cuando nos vimos ayer. Ella también se había ido pensando para casa y se explicó: la teoría de la media naranja (está mejor dicha de las dos naranjas) se engloba dentro de otra mucho mayor: la teoría de las familias de almas. Estas almas se encuentran siempre, una vida tras otra, de diferentes formas. Es por eso que, por ejemplo en cuestión de amigos o parejas, nos acercamos a unas personas y no a otras... Tenemos un feeling especial con estas, porque, según Yolanda, pactamos hacer algo en común, etc. Tu otra naranja puede ser cualquiera de estas personas.

Vale, a mi me gusta ver la vida como un todo en la que cada cosa forma parte y contribuye a una causa común, pero... ¿no se puede pensar la vida más fácil sin estas teorías? Simplemente desde la educación... Todas las personas te enseñan algo, te dejan algo igual que tú a ellas, hay una interacción constante... Evidentemente conectarás más con unas personas que con otras (porque tienes una personalidad, unos intereses, un imago del que otro día hablaré, etc.) aunque con todas haces un crecimiento. Las relaciones se van y se vienen porque todos/as te enseñan algo y evolucionas, a veces por caminos diferentes también. Y puedo idealizar mucho y pensar que tal persona era para mi, única en el mundo, y al cabo de 1 año se me pasa y ya pienso que esa no era, fue este tiempo y eso me hizo feliz.

Y tachán! Esto es la vida! O así me lo parece a mi...

jueves, mayo 04, 2006

Me enamoro de las palabras. No de todas, de las tuyas. Si las echo en falta recuerdo las que dijiste ayer, dejo escapar una sonrisa y después vuelvo en mi y te olvido. Pero sólo hasta que vuelves a cruzarte en mi camino, que aunque siempre me parezca poco tiempo es suficiente para que me vuelvas a encantar. Y así sigo esperando tus palabras, de una forma tan libre y tan ilusa que ni siquiera yo me lo creo.

miércoles, mayo 03, 2006

En modo llorón

Qué poco me gustan las despedidas... Sin embargo llevo ya una hora o así llamando a dar explicaciones y decir adiós a mis trabajadores qué son bastantes.

Me voy con la cabeza alta porque lo que dicen ellos es lo que me sirve, al fin y al cabo para ellos es mi trabajo. Son pocas las gracias que les he dado por haber sabido enriquecerme tanto a mi y a la coordinación con su trabajo día a día. Son pocas las gracias que les he dado por sus muestras de afecto y por sus comentarios hacia mi trabajo o hacia mi persona, porque ¿qué puedes decir cuando tienes blandito el corazón?

Nos hemos deseado suerte mútuamente, hemos prometido hacer una cena, una comida, tomar un café o algo similar. Y ya está... La mitad de ellos se perderán por el camino y harán su vida totalmente ajena a la mia. Cosas de la vida, ya lo sé, pero es que me encariño o no sé.

martes, mayo 02, 2006

Caer mal

Domingo, más o menos 9:00 pm. Iba con prisa, pensando qué combinación sería la mejor para llegar en metro hasta Joanic. Creo que esto fue lo último que hablaba conmigo misma antes de verme en el suelo. De pronto había caído, un par de escalones o tres quizá, y yo, la protegida Diana, a mi que nunca se me ha roto un hueso, ni me han operado, ni un accidente, ni el fallecimiento de un familiar cercano, ni nada… no sé dónde tenía las manos, pero mi pómulo chocó contra el suelo, y después el resto de la cara.

Pensé en los dientes. Sólo en eso, y automáticamente me senté en el suelo, con las manos en la cara. Quería pedir ayuda pero no podía hablar, no me podía mover. No vino nadie durante un instante que me pareció un siglo, noté la boca llena de sangre y la escupí al suelo. Entonces escuche que alguien decía un "joder" y no sé quién me tocó el brazo, y después tanta gente...

- ¿Cómo te encuentras?
- ¿Te has hecho daño?
- ¿Qué le ha pasado?
- Se ha caído
- Un kleneex
- ¿Alguien ha llamado a una ambulancia?
- No
- ¿Qué tal estás?

Me temblaban las piernas, las manos… estaba aturdida, desorientada. Tengo que llamar a mi hermana para decirle que no voy a llegar a tiempo, que no iré a cenar. Y miraba la sangre en mis manos, en el pañuelo.

- Llevarla a un médico
- No, a una farmacia
- Aquí hay una de guardia, en Clot
- No y aquí...
- No, una farmacia...

Abrí los ojos, me miraba las manos, las rodillas que me dolían. Me había quitado los zapatos, ahí a mi lado estaban los zapatitos blancos.
- Joder – mascullé - Me voy a casa.

- Te duele la cabeza?
- No, no me duele.
- ¿Te puedes levantar? ¿Qué tal las piernas?
- No lo sé.
Y arriba. Alguien me levantó, quién todo el tiempo me hablaba directamente a mi. Abrí los ojos y le miré, fue la única persona que vi en todo el barullo. Me dijo “tienes que ir a una farmacia, has podido fracturarte el pómulo y eso ya es más importante”

Un grupo se responsabilizó de llevarme hasta una. Iba pensando por el camino en mi hermana, la iba llamando pero no tenía cobertura. El farmacéutico corroboró que conservaba los dientes. El labio roto. Por fin encontré un espejo y bueno, no tenía heridas por la cara… era menos de lo que me pensaba. Sólo como si me hubiesen puesto un montón de silicona en un pómulo y en parte del labio superior, sólo eso.

Y me fui a casa andando, di las gracias a todos/as y me marché. Sólo me venía a la cabeza lo que ya no podía hacer. Ni cena, ni salir a bailar, ni la excursión de mañana. Llamé a Miquel para decirle lo de la excursión y no sé por qué lloraba, quizá del susto… Llamé a mi hermana quién me proponía ir a urgencias, ir a su casa, venir a verme… y yo sólo lloraba y decía que me iba para mi casa. Cuando colgué, habiendo recorrido la mitad del camino, me di cuenta de cuánto me dolía la rodilla izquierda.

En urgencias han dicho que es la rótula, pero que no está fracturada. Y hoy ya sólo queda: el labio morado, ya menos hinchado; el pómulo ha bajado y ha dado paso a una inflamación general con el ojo amoratado; y la rodilla que sigue doliendo. Si esto es caerse unos escalones… ¿qué será un accidente de tráfico?



Por cierto, tengo un labio heróico: paró todo el golpe a los dientes. Eso sí, que dientes más afilados. Ya me lo habían dicho alguna vez :P pero es que no los había probado yo misma.